Nunca pensé que una fabula de Esopo daría tanto de qué hablar.
No soy de visitar mucho el TT, sólo de vez en cuando y en pequeñas raciones para que no se me atragante, pero a raíz de mi última entrada en el Blog he tenido ocasión de fisgonear por aquí y por allá y ver algunos comentarios que se han hecho y que me gustaría aclarar.
Soy más de comentar las cosas en persona y viendo con quién hablo y no a través de la escritura que no me permite expresarme con la fluidez que probablemente haría en persona. Por eso, insto a aquell@s que tengan algo que decirme, que aprovechen las reuniones de amigos en las que me encuentro presente, para que me pregunten lo que les pueda perturbar, molestar o tengan curiosidad por saber.
No obstante, voy a comentar algunas cosas que sí he visto, leído, pues se me tacha de cobarde y de no querer contestar; nada más lejos de la realidad. Me encantaría explicar a personas no anónimas mi punto de vista que, seguramente, será diferente al suyo.
Tod@s aquell@s que nos entendéis y nos animáis a seguir igual que hasta ahora, no hace falta que sigáis leyendo. Todo esto no va por vosotros. Sabemos que estáis ahí y quiero agradeceros todo vuestro afecto, vuestro ánimo y comprensión. Gracias.
Y vamos al grano (Seguimos con las gallinas... y los huevos)
- Se me tacha de no defender a María:
Quien dice eso tiene mala memoria, y además, no tiene ni idea de la relación que a día de hoy tenemos la familia con Hugo y María. Al primero, como hijo nuestro, le deseamos toda la felicidad del mundo, y su felicidad hoy por hoy es su pareja, por lo que apoyaremos y defenderemos lo que sea necesario tanto a uno como a otro, y ya lo hemos hecho en más de una ocasión para que los dos sean felices.
- Se me acusa de entrometerme en hechos acontecidos con relación a Hugo.
Tengo todo el derecho del mundo a opinar sobre todo lo que tenga que ver con un hijo mío o ¿es que acaso sólo es un derecho de sus fans y seguidores/as? Yo creo que no. Quien tenga hijos creo que entenderá este punto sin problemas. Yo soy por derecho su primer fan y su primer seguidor.
- Se me critica de no reprender a mi hijo por supuestamente haber hecho algo mal.
Si es que en realidad ha hecho algo mal, cosa que no creo, pensad lo mal que nos ha sentado a todos que nuestros padres nos reprendan en público, por lo que si alguna vez lo tuviera que hacer, que ahora mismo no es el caso, descuidad que yo se lo diría, pero no en publico, y mucho menos en una red social.
- Se me critica de no ser ecuánime a la hora de administrar los comentarios de mi blog.
Esto ya lo dejé claro hace tiempo, o pensaba que lo había hecho. Si no, lo aclaro de nuevo. Mi blog es mi casa con mis normas: la república independiente de mi casa. No aceptaré comentarios ofensivos y aún menos los anónimos. Es evidente que si es anónimo pero para darnos ánimos, no lo borraré, ya que las cosas buenas sí pueden ser anónimas. No en cambio las críticas o los reproches que se tendrán que acreditar con nombre contrastable y al que pueda responder de manera pública o privada, si procede.
- Alguien decía en un comentario que el periodismo también podía ser anónimo.
El periodismo anónimo es un periodismo de cobardes, y pocas veces admitido por periódicos y medios de información respetables. Quizás en la prensa rosa tenga algo de cabida, pero aún así, lo dudo.
- También se ha dado muchas vueltas del porqué de la fábula.
Simplemente es una fábula. No os volváis loc@s pensando si es por esto o por lo otro. Es por todo y por nada. Es una manera de sacar a la luz una literatura olvidada y tan útil en la vida diaria. Es simplemente, una fábula de Esopo.
Y con esto creo que respondo los temas por los que me he sentido aludido. Seguramente quede alguno más en el tintero.
A los que hayan llegado hasta aquí, perdonad por robaros vuestro valioso tiempo.
Besos y abrazos según corresponda y hasta la próxima.
